Me llamo Sol, soy comunicadora animal por vocación, con una profunda conexión y empatía con los seres no humanos. Tras la formación especifica y adecuada y un arduo trabajo personal, recordé la capacidad innata y olvidada  para entender el lenguaje de los animales. Este lenguaje trasciende las palabras captando sus emociones, necesidades y pensamientos más profundos. 

Mi vocación no solo está marcada por una comprensión intuitiva de los animales, sino también por un deseo genuino de actuar como un puente entre ellos y los seres humanos.

Mi forma de comunicarme con los animales se basa en una ESCUCHA activa y una percepción sensible de sus estados emocionales y físicos. Puedo captar señales sutiles, como el lenguaje corporal, los gestos, los sonidos o incluso las energías que emiten, y traducir esas percepciones en información útil para las personas. Soy una observadora, una defensora de su bienestar, y trabajo incansablemente para que los seres humanos comprendan mejor a los animales y respeten sus necesidades.